CELEBRACIÓN DEL RETIRO DE CUARESMA

El pasado domingo celebró el Movimiento Familiar Cristiano el Retiro de Cuaresma en la parroquia Ntra. Sra. de Europa de Chiclana, dirigido por el Consiliario diocesano P. Balbino Reguera

Fue un hermoso día de primavera en que el P. Balbino  trató de  transmitir el calor ambiente a los corazones,  haciendo una profunda reflexión  sobre los pasajes  que recogen los evangelios de los últimos domingos de Cuaresma: la samaritana, el ciego de Jericó y la resurrección de Lázaro, que muestran a Jesús como  fuente de agua viva,  luz y vida que transforma a cuantos se acercan a Él. Esas reflexiones sirvieron de base para tener una hora de  meditación ante el Santísimo,  expuesto solemnemente, que nos ayudó a prepararnos  a celebrar los misterios de la Pasión y resurrección del Señor. También fue un tiempo propicio para  que muchos de los asistentes recibieran el sacramento del Perdón.

Terminó el Retiro con una Eucaristía en la que  intervinieron  matrimonios de distintas partes de la diócesis.

Finalmente hubo un rato de convivencia en  los salones de la parroquia, en que  compartimos los alimentos aportados por los matrimonios  y se habló de la próxima convivencia que vamos a celebrar , junto con  matrimonios del MFC de  las demás diócesis andaluzas en Riotinto y Palos los días 26 y 27  de abril

Satisfechos e ilusionados partimos a las localidades de origen, dispuestos a vivir los misterios pascuales  con nuestras comunidades.

El Equipo de Presidencia Diocesano

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO EN LA AUDIENCIA DEL MIÉRCOLES 2 DE ABRIL

Francisco, durante la audiencia de hoy

       Francisco: "El matrimonio es una consagración"

"Permiso, gracias, y perdón. ¡Esas son las palabras mágicas para un buen matrimonio!"

(Jesús Bastante).- "Permiso, gracias y perdón. ¡Esas son las tres palabras mágicas para un buen matrimonio!". Francisco volvió a referirse, durante la multitudinaria audiencia de hoy,a la belleza del matrimonio, "un icono del amor de Dios para nosotros".

"El matrimonio es una consagración", subrayó Bergoglio, quien insistió -como ya hiciera en el encuentro con novios del pasado 14 de abril- en la necesidad de "hacer las paces" antes de que acabe la jornada. "Para hacer las paces no es necesario llamar a Naciones Unidas, es suficiente una caricia, una sonrisa... y mañana se empieza otra vez. Así es la vida: seguir adelante con el coraje de vivirla juntos".

Tras el ya tradicional paseo en jeep por la plaza de San Pedro, Francisco subrayo que el matrimonio "es un sacramento que nos conduce al corazón de Dios, que diseña una alianza, una comunión con su pueblo, con todos nosotros".

El Papa recordó cómo el Génesis afirma que Dios creó el hombre a su imagen, hombre y mujer los creó. Por esto, el hombre dejará a su padre y su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una única carne.

 "La imagen de Dios es la copia matrimonial. El hombre y la mujer, los dos. No tanto el hombre, ni la mujer. Los dos. ¡Esta es la imagen de Dios! El amor de Dios con nosotros está representado por la alianza entre el hombre y la mujer. Esto es muy bello", señaló el Pontífice.

"Estamos creados para amar, como reflejo de Dios y su amor. En la unión conyugal el hombre y la mujer realizan su vocación en el signo de la reciprocidad y la comunión de vida plena y definitiva", añadió Francisco, quien recalcó cómo "el matrimonio es el icono del amor de Dios para nosotros".

  "El amor de Dios que se representa en el matrimonio, que la pareja que decide vivir juntos, y por esto el hombre deja su casa, y va a vivir con su mujer, y se une tan fuertemente a ella que forman una sola carne. No son dos, son uno", recordó con pasión Francisco, que volvió a dejar los papeles para improvisar y afirmar que "el matrimonio responde a una vocación específica, y debe ser considerado como una consagración. El matrimonio es una consagración".

Una unión en la que "el hombre y la mujer son consagrados por su amor. Los esposos, por la fuerza del sacramento, están investido de una verdadera y propia misión, a partir de las cosas simples y ordinarias, continuando a dar la vida por los demás".

Un "diseño estupendo" pese a las dificultades. "Hay tantas dificultades: el trabajo, que el suelo no basta, que los niños tienen problemas... A veces, el marido o la mujer se ponen nerviosos y se pelean, ¿o no? Siempre hay litigios en el matrimonio".

 "Aunque a veces vuelan los platos... sí, no os riáis, es la verdad... No debemos estar tristes por esto. La condición humana es así. Pero el secreto es que el amor es más fuerte en el momento en el que se pelea. Por esto yo les digo a los esposo: no acabéis el día en que hayáis peleado sin hacer las paces, siempre".

Porque "para hacer hacer la paz no es necesario llamar a Naciones Unidas, es suficiente una caricia, una sonrisa... y mañana se empieza otra vez. Así es la vida: seguir adelante con el coraje de vivirla juntos".

"Es una cosa bellísima la vida matrimonial. Debemos protegerla siempre", concluyó el Papa, quien volvió a recordar la receta para el éxito matrimonial: "Son tres palabras, que no sé si recordáis: que debemos decir siempre en la casa: permiso, gracias y perdón".

"Las tres palabras mágicas: permiso, para no ser invasor en la vida del otro; gracias, agradecer al cónyuge, la belleza de dar las gracias; y la otra palabra es difícil, pero hay que decirla: perdóname

Repitamos todos: Permiso, gracias, lo siento. Con estas tres palabras, con la oración de uno por la otra, y haciendo las paces siempre, el matrimonio andará hacia adelante".

(Publicado en RELIGIÓN DIGITAL)