Nueve pasos
para vivir una
Semana realmente santa
Pocas muestras de la religiosidad popular española son tan notables como las que se suceden en los días de Pascua. Sin embargo, para que las procesiones, Vía Crucis y otras expresiones de piedad popular no queden en mero folclore, o en un momento de fervor aislado en la vida del cofrade o del penitente, el sacerdote don Javier Leoz, Delegado diocesano de Religiosidad Popular de la archidiócesis de Pamplona, ha elaborado un novenario para vivir la Cuaresma con verdadero ardor apostólico y, por tanto, para encarar la Pascua como apóstoles del siglo XXI Con el fin de «promover la evangelización a través de las distintas expresiones de la piedad popular», también dentro de las cofradías y Hermandades, monseñor Francisco Pérez, arzobispo Pamplona y obispo de Tudela, creó en febrero de 2010 la figura del Delegado de Religiosidad Popular. La misión le fue encomendada al sacerdote don Javier Leoz, que acaba de publicar un novenario para vivir el final de la Cuaresma como un camino de preparación espiritual, que ayude a vivir la Semana Santa en clave verdaderamente cristiana. El novenario propone nueve herramientas al alcance de cualquier católico, dedicadas de forma especial a quienes vayan a participar, estos días y de un modo u otro, en cualquier muestra de religiosidad popular.
Obras son amores... En primer lugar, Leoz propone participar en la Eucaristía diaria, «para vivir el inmenso amor que Dios nos tiene y sentirnos fuertes por la comunión en Él y con Él». Como segunda herramienta, recomienda «la oración personal, para dejarnos modelar por el Señor, y tratar de tú a tú con quien tanto nos puede decir». Además, anima a practicar «la penitencia, para desintoxicarnos de aquellos elementos que impiden nuestra sensibilidad religiosa o nuestra apertura al Creador», y la limosna, «porque obras son amores, y en el camino hacia nuestra Pascua definitiva, hemos de imitar aquello que Jesús hizo: brindar amor». Por eso, el Delegado de Religiosidad Popular asegura que «visitar a un enfermo o restablecer una amistad que quedó por el camino, esponjarán nuestros corazones y enriquecerán la bondad de nuestras almas». Leoz también anima a cultivar los tiempos de reflexión, pues, «en un mundo mediatizado por prisas, agobios y estrés, retirarnos unos minutos a una iglesia o buscar un espacio de silencio puede ser una buena terapia para el encuentro personal con Jesús». Recuperar la tradición
La tradición religiosa tiene pleno sentido cuando no se queda en folclore para turistas; por eso, Leoz propone «recuperar o reavivar ciertas prácticas devocionales: el Vía Crucis, la contemplación de la cruz o la lectura de la Pasión según San Mateo, pueden servir» para preparar la Pascua. En esas prácticas también se incluye la devoción a María, pues, «para no dejar que, en el camino hacia el Calvario Jesús vaya solo, María nos ayuda a salir al encuentro de los numerosos Cristos dolientes que salen a nuestro paso; ella nos enseña su fidelidad y su perseverancia». Y, cómo no, Leoz concluye sus propuestas para vivir una religiosidad popular bien enraizada en Cristo, con la lectura de la palabra de Dios, porque «el Evangelio, cerca del lugar de descanso o en la sala de estar, hará que nuestra vida cristiana sea más acorde a los deseos del Señor. Su palabra es luz para nuestros pasos». Nueve trucos para vivir una Semana realmente santa, en medio de la tradición.
Fuente:
Alfa y Omega
José Antonio Méndez http://www.alfayomega.es/Revista/2011/733/06_aquiahora3.php
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