D. Fernando Campos,
nuevo Vicario Episcopal de Pastoral
"Vienen tiempos muy vigorosos, de entrega, de servicio y de muchos frutos y merece la pena engancharse”
¿Cómo se le comunicó el nombramiento?
Un día me llamó el Obispo diciéndome que quería hablar conmigo, yo no sospechaba nada. Me reuní con él en su casa y me quedé a cuadros cuando me dio la noticia.
¿Cuáles son los principales objetivos que se ha marcado con este nuevo cargo?
Yo no soy quien me marco los objetivos. Los objetivos los marca la Diócesis en general con el Obispo a la cabeza. Hay un equipo en el que se establece, cada comienzo de curso, unas líneas fuerza que son las que se intentan aplicar a las parroquias para que todos sigamos un mismo camino. Mi cargo va a ser fundamentalmente, salvo que D. Rafael diga otra cosa, dinamizar todas esas líneas fuerza de la pastoral en las distintas parroquias, es decir, moverme mucho por ellas para que esto se vaya llevando a la práctica.
¿Qué se ha encontrado de la labor realizada por su predecesor?
El padre Fructuso Antolín, todos los años que lleva en el cargo, lo ha dinamizado muy bien, es un hombre que se ha movido, que ha sido muy fiel a los proyectos que se establecían desde la diócesis. Se ha movido por las comunidades y, en la medida de sus posibilidades y de las circunstancias propias de cada parroquia, ha trabajado para conseguir ese impulso evangelizador en nuestra diócesis, que siempre se pretende.
¿Le ha dado éste algún consejo?
No particularmente. El día que nos vimos en Benalup, durante una reunión, él se me acercó, me dio la enhorabuena, nos reímos y me dijo que trabajara con ilusión.
¿Qué espera de este nuevo reto en su vida?
Tú has dicho la palabra, es un reto. Yo cada cambio de destino lo he visto como un reto. Espero que lo que hagamos desde la diócesis de frutos en nuestras comunidades parroquiales. Vivimos unos momentos difíciles y apasionantes. En octubre se inicia el año de la fe, S.S. el Papa Benedicto XVI ha sacado una carta apostólica interesantísima, bajo el título “La puerta de la fe”, en la que establece las líneas fuerza que se tienen que ir aplicando en el catolicismo universal para “redescubrir la fe”, porque hay que redescubrirla y revitalizarla. Lo que nos toca es la “Nueva Evangelización”, un reto apasionante y difícil, pero para eso estamos.
¿Qué reacción ha habido entre sus feligreses al conocer su marcha?
Como suele ocurrir en estos casos, si medianamente te ha ido bien, que en mi caso así ha sido, no les ha hecho mucha gracia porque ellos al igual que yo contábamos con cumplir mi nombramiento de 6 años y al final se va a quedar en 4, pero el Obispo ha considerado que la Iglesia me necesita en otro sitio. Al mismo tiempo, ellos me dicen de corazón que se alegran de este nuevo destino porque saben que soy una persona muy inquieta, que me gusta mucho moverme y estar en contacto con la gente y dicen que me va mucho eso de la Vicaria Pastoral.
¿Y entre sus compañeros sacerdotes al conocer la noticia?
En líneas generales me han dado la enhorabuena, otros te dicen “¿qué te doy la enhorabuena o el pésame?” (ríe), porque saben que es un cargo de mucha responsabilidad y difícil, pero la verdad es que la acogida de mi nombramiento ha sido muy buena y esto es un consuelo porque ves que tus compañeros te apoyan y te animan a realizar esta labor.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la comunidad diocesana?
El mensaje de que es todo muy ilusionante, que los tiempos que vienen son apasionantes. La Nueva Evangelización es sí o sí, aquí no se pueden poner “peros”. Son tiempos para disfrutar y me gustaría decirles a la gente de las parroquias que no se bajen del tren, porque este tren va a una buena estación y es el momento de montarse porque vienen tiempos muy vigorosos, de entrega, de servicio y de muchos frutos y merece la pena engancharse.
(publicado en la web de medios de comunicación del Obispado)
