MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO

Diócesis de Cádiz y Ceuta
(Asociación Pública de la Iglesia Católica)
mfamiliarcristiano@gmail.com
http://www.mfccadiz.blogspot.com/

24 febrero 2013

LA MEDITACIÓN ES EXIGENTE PERO NO COMPLICADA
(de la página "mi experiencia del amor de Dios)"

Hablar con Dios no es complicado. Cuando se quiere explicar y conceptualizar la experiencia religiosa las cosas se vuelven un poco difíciles, pero lo difícil es la explicación de la experiencia, no la experiencia misma. Es como ver: ver no es complicado, pero el ojo sí lo es y a los oculistas y a los oftalmólogos les supone años de estudio su especialización.
Hace dos semanas conversaba con un albañil que trabaja doble turno para mantener a su familia. Me lo encontré al salir de una Iglesia. Me contó su historia y le pregunté: Con tantas horas de trabajo y viviendo tan lejos, ¿cómo haces para encontrar tiempo para venir aquí? Me respondió: "Lo que yo me pregunto es cómo haría si no tuviera tiempo para rezar. Si no dedicara tiempo a mi Señor, difícilmente soportaría el ritmo de vida que llevo. Aquí tomo fuerzas, aquí me recuerdo y le recuerdo a Él que lo hago todo por amor a mi esposa y a mis hijos."

Las personas sencillas nos enseñan

Muchas personas sencillas y humildes me han enseñado qué sencillo es sentarse por la noche a ver las estrellas y hablar con el Creador, no les parece complicado ver el rostro de sus hijos y contemplar en ellos el amor de Dios, no les complica ir ante Cristo Eucaristía y quedarse allí un rato acompañándolo. "Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo ocultado estas cosas a los hombres sabios y hábiles se las has revelado a los sencillos" (Lc 10,21). En mi vida de oración mis grandes maestros han sido personas sencillas.

Llama la atención que a los humildes les sea tan fácil el trato con Dios. Hay diversas razones para que esto sea así, una de ellas es precisamente que son sencillos, conocen y aceptan su propia pequeñez y no sienten vergüenza de presentarse ante el Señor tal como son. Más aún, se sienten a gusto siendo como son ante Dios, porque sienten que Dios los acepta y los ama así como son. Podrían exclamar como María: “ha mirado la humildad de su esclava.” Dios es de tal manera que los pobres se sienten particularmente acogidos.

Como los niños

¿Cómo se siente un niño pequeño en los brazos de su padre? Se siente seguro, pues le tiene plena confianza. Tiene la certeza de que su padre le será siempre fiel y le protegerá de cualquier peligro. Esa actitud sencilla y humilde característica de los niños es la que necesita el hombre cuando se acerca a dialogar con Dios: Nos dice el Catecismo 2797 que “La confianza sencilla y fiel, y la seguridad humilde y alegre son las disposiciones propias del que reza el Padre Nuestro.”
El niño conoce las cosas intuitivamente, las contempla, se mete en su mundo e interactúa con ellas. Podríamos decir que el niño conoce con el corazón, no tiene barreras, se pone al tú por tú con la paloma, con el charco y con el anciano. Los humildes son como niños: inocentes, naturales y espontáneos en sus palabras y comportamientos.  Los humildes se comportan con Dios como hijos y como amigos. Por eso buscan espacios para el encuentro y lo disfrutan.
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Mucha naturalidad

Otro secreto de las personas humildes en su meditación es que suelen dialogar con Dios sobre los acontecimientos ordinarios de su vida y luego prolongan el encuentro, haciendo memoria de Dios en medio de la jornada:
“Orar en los acontecimientos de cada día y de cada instante es uno de los secretos del Reino revelados a los "pequeños", a los servidores de Cristo, a los pobres de las bienaventuranzas. Es justo y bueno orar para que la venida del Reino de justicia y de paz influya en la marcha de la historia, pero también es importante impregnar de oración las humildes situaciones cotidianas. Todas las formas de oración pueden ser la levadura con la que el Señor compara el Reino.” (Catecismo 2660)

La recompensa es grande

Es exigente la meditación diaria, pero la recompensa es grande. Bien vale la pena el esfuerzo. La meditación diaria, celebrar todos los días un encuentro personal de amor con Cristo, reduce el estrés, es fuente de paz, de satisfacción plena, es generador de sentido, da dirección a la vida, es un gran medio de purificación, camino para avanzar en la superación personal, alcanzar la salud espiritual y la plenitud en el amor. Es sobre todo un gran medio para conocer a Jesucristo, hacer vida con Él, llenarse de Él, y caminar seguro y recto hacia la vida eterna.

21 febrero 2013

¿POR QUÉ FRACASAN LOS MATRIMONIOS DE HOY?
(de foroandaluzfamilia.org)

Aníbal Cuevas, reconocido autor y orientador familiar, habla en una entrevista sobre el matrimonio y la vida familiar, basándose en la experiencia que durante años ha ido acumulando. Entre sus principales conclusiones, destaca que la peor amenaza del matrimonio es la monotonía. A continuación reproducimos la entrevista completa.
Aníbal Cuevas - LaFamilia.info
18.02.2013
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan los matrimonios hoy en día?
Aníbal Cuevas:
 Sin duda se trata de un tema muy complejo que engloba muchos ámbitos de la vida, no solo influyen factores personales o de la pareja sino ambientales, sociales, laborales, económicos… Como me gusta ser práctico, enunciaré algunas de las causas de fracaso que está en la mano de los cónyuges evitar.
Nuestra sociedad es excesivamente afectiva y sentimentalista, existe una confusión muy grande entre lo que es el amor y lo que es el enamoramiento. Amar a alguien es querer el bien para él, hacer todo lo posible para que sea feliz, olvidarse de uno mismo… Darse incondicionalmente. El enamoramiento tiene más que ver con estados de ánimo, sentimientos, etc… y es por tanto variable. ¿Es malo el enamoramiento? No, pero como base del matrimonio es muy endeble.
Otro factor de fracaso es el error de concepto entre ser libre y ser independiente. Cuando me caso lo hago libremente, puedo renunciar a cosas libremente, es decir puedo, y debo, ser libre en el matrimonio pero sin perder de vista que este no es la suma de 1+1 sino algo nuevo. La independencia supone desvinculación, falta de comunión, cada uno a lo suyo, estar a la defensiva para que no me anulen.
También quisiera destacar que las psicologías masculina y femenina son distintas, ni mejor ni peor una que otra. El hombre no puede pretender medir o interpretar lo que hace o dice la mujer de acuerdo a sus esquemas, y viceversa. Hay que ponerse en el lugar del otro, conocerle y conocer sus características propias.
Por último, creo que muchos de los fracasos se dan por motivos relacionados con cómo se vive la sexualidad. Aquí la idea del hombre y la mujer son muy distintas. Cuando se circunscribe a lo meramente físico estamos en vías de fracasar; hay que recuperar lo afectivo y lo espiritual en las relaciones conyugales.
¿Qué se puede hacer para que el matrimonio se mantenga unido?
AC/
 De manera telegráfica: ser fiel al proyecto común, poner toda la carne en el asador, “quemar las naves”. Mostrar aprecio y respeto a la pareja en pequeños detalles cada día. Ser comprensivos uno con el otro, saber perdonar y pedir perdón, ser agradecidos. No permitir pensamientos tóxicos sobre la pareja sino positivos, fomentar durante el día las ganas de volver a casa; desterrar el victimismo y por último una vida sexual feliz, humana, integrada que busca algo más profundo que el mero goce físico y relacionada con lo más grande del amor: dar vida.
¿Qué errores son los que comenten más frecuentemente tanto el hombre como la mujer una vez casados?
AC/
 El genial Chumy Chumez afirmaba que el más eficaz disolvente del matrimonio es el aburrimiento y la monotonía. El matrimonio comienza con una ceremonia de compromiso, es desde ese momento cuando tenemos que cuidar lo que acaba de nacer. Estar enamorado no solo del cónyuge sino de la vida en general, buscar razones para vivir, y buscarlas juntos. Pienso que compartir una visión trascendente de la vida es muy importante. Hay que elevar la vida matrimonial, ponerla en otra dimensión y que no sea simplemente algo más de la vida diaria que a veces tanto oprime.
¿Qué diferencia los matrimonios actuales de los de antaño, que generalmente duraban toda la vida?
AC/
 De entrada soy de los que piensan que cualquier tiempo pasado no fue mejor, no añoro otros tiempos. Es cierto que las legislaciones y el ambiente eran más propicios al matrimonio. Sin embargo lo importante es cada matrimonio, por eso frente a ese 50% de fracasos del que hablábamos al principio, hay otro 50% que cuida su matrimonio, que se preocupa de su cónyuge y sus hijos, que cultiva su amor, que está dispuesto a darse y que, además disfruta mucho de la vida de esta manera.
Quizás hace falta más compromiso, más atrevimiento, más audacia para afrontar cada día con ganas de sacar el matrimonio adelante. Una idea que me parece genial es lo que parece ser que le dijo el Canciller Bismarck a su esposa, “me casé contigo para amarte”. Es decir, me caso contigo porque te amo, pero lo hago para amarte. El amor es algo vivo que se recrea cada día en pequeños detalles.
¿Cómo afecta sobre los hijos la relación que mantienen los padres entre ellos?
AC/
 Llevo bastantes años impartiendo cursos de orientación familiar y me he dado cuenta de que por mucho que los padres sepan sobre características de los hijos, sobre autoridad, uso del tiempo libre, etc… El éxito en la educación está en el amor que se profesan ellos dos. Los hijos necesitan, para crecer equilibrados y alegres, que papá y mamá se quieran, un ambiente de seguridad física, afectiva y espiritual. Creo que ver a sus padres unidos, demostrándose en pequeños detalles cotidianos su amor e ilusión, verles afrontar juntos los malos momentos y disfrutar de los buenos, compartir criterios; en definitiva procurando un ambiente familiar adecuado, es lo más importante.
¿Qué medidas establece en su casa para mantener la unidad familiar?
AC/
 Quisiera resaltar una que me parece el quicio sobre el que apoyar las relaciones y la vida de familia: la comida. Si quieren tener éxito en su vida de familia recomendaría a los padres que realicen el mayor número de comidas en familia, si es posible una cada día. En un ambiente relajado y natural como es la comida, o la cena, se está en mejor disposición de escuchar, de hablar, de ser generosos, educados. Se dan momentos de diversión, de contar anécdotas que quedan en el recuerdo. Por supuesto, los llamados gadget electrónicos (móviles, smartphones, etc….) No están invitados. Es el momento de la familia por excelencia.
Blog Aníbal Cuevas "Ser Audaces": anibalcuevas.wordpress.com
Twitter @anibal_cuevas

ACTIVIDADES ORGANIZADAS POR LA DELEGACIÓN DE PASTORAL FAMILIAR Y VIDA

éste SÁBADO, 23 de febrero
SENDERISMO- MARCHA EN FAMILIA
Sábado, día 23 de febrero 
Nombre de la ruta: PARQUE METROPOLITANO MARISMAS DE LOS TORUÑOS Y PINARES DE LA ALGAIDA
Tipo de recorrido: Circular
Recorrido: 9 km
Tiempo: 4 horas
Dificultad: Baja
Señalización: Señalizada
Época recomendada: primavera, verano, otoño, invierno
Punto de encuentro:  A las 10, 30 h. en la entrada sur del parque en el término municipal de Puerto Real junto a la Facultad de Ciencias del Campus Universitario.
Más información e inscripciones: familiayvida.cadizyceuta@gmail.com
Puedes comunicar tu asistencia por correo electrónico o llamando al 619276052 (por las tardes)
 
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SIGUIENTES ACTIVIDADES
 
MARZO

ORACIÓN POR LA VIDA Y LA FAMILIA
Viernes, día 22 de marzo a las 19,00h en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Cádiz.

19 febrero 2013


MENSAJE PARA VIVIR LA SANTA CUARESMA 2013
 de don Rafael Zornoza. Obispo de Cádiz y Ceuta
Queridos fieles diocesanos,
Al comenzar esta Santa Cuaresma nos ponemos en camino como peregrinos que se saben cuidados por el Buen Pastor que guía nuestra marcha, a veces a través del desierto o de la noche, pero conscientes de que “su vara y su cayado nos sosiegan” (Salmo 22). Efectivamente nuestro tiempo tan herido por el individualismo y la superficialidad camina, pero sin saber la meta. Nosotros, en cambio, “sabemos bien adónde vamos” (Himno de Laudes del tiempo cuaresmal). Nuestro origen es el amor de Dios y éste también es nuestra meta. El tiempo presente se nos da para que ese Amor nos vaya haciendo como Él: más divinos, más humanos “hasta llegar a la plenitud, a la estatura de Cristo” (Ef 4, 13). Esta estatura de Cristo es la caritas, que es como los cristianos llamamos al amor natural cuando es plenificado por la gracia sobrenatural del Espíritu Santo. De este modo, el cristiano madura, crece, en la medida en que ama con esta caritas. Lo mismo podríamos decir de la Iglesia en general, de nuestra diócesis o de nuestras parroquias o comunidades. El Santo Padre lo ha recordado hace poco en su Motu Propio sobre el Servicio de la Caridad en la Iglesia:
El servicio de la caridad es también una dimensión constitutiva de la misión de la Iglesia y expresión irrenunciable de su propia esencia; todos los fieles tienen el derecho y el deber de implicarse personalmente para vivir el mandamiento nuevo que Cristo nos dejó (cf. Jn 15, 12), brindando al hombre contemporáneo no sólo sustento material, sino también sosiego y cuidado del alma (cf. Carta enc. Deus caritas est, 28). Asimismo, la Iglesia está llamada a ejercer la diakonia de la caridad en su dimensión comunitaria, desde las pequeñas comunidades locales a las Iglesias particulares, hasta abarcar a la Iglesia universal.

Todos somos muy conscientes de que en las presentes circunstancias sociales la Iglesia está realizando una labor indiscutible de forma organizada y también a través de sus miembros individualmente. Justamente por ello esta Cuaresma puede ser la oportunidad de ir hasta el fondo de esa caridad tan llena de humanidad. Las personas no necesitan sólo de alimentos o ropa sino que demandan sobre todo de amor, y, en el fondo, requieren a Cristo. Podremos dar a Cristo a través de nuestro amor si vivimos pegados a Él por medio de la gracia santificante que recibimos en los sacramentos. Así dice el Motu Propio:

Se ha de tener muy presente que la actuación práctica resulta insuficiente si en ella no se puede percibir el amor por el hombre, un amor que se alimenta en el encuentro con Cristo. Por tanto, en la actividad caritativa, las numerosas organizaciones católicas no deben limitarse a una mera recogida o distribución de fondos, sino que deben prestar siempre especial atención a la persona que se encuentra en situación de necesidad y llevar a cabo asimismo una preciosa función pedagógica en la comunidad cristiana, favoreciendo la educación a la solidaridad, al respeto y al amor según la lógica del Evangelio de Cristo. En efecto, en todos sus ámbitos, la actividad caritativa de la Iglesia debe evitar el riesgo de diluirse en una organización asistencial genérica, convirtiéndose simplemente en una de sus variantes.

Cómo me gustaría que la cuaresma de este año fuese en nuestra diócesis la Cuaresma de la Caridad. Deseo y os animo para que sea la Cuaresma en la que experimentemos, de nuevo, el Amor de Dios Padre a través del sacramento de la Reconciliación, preparado y vivido con gran profundidad.  Os exhorto también para que viváis el tiempo sagrado en el que a través de los misterios de los días cuaresmales podamos ser renovados por el Espíritu del Amor, el Espíritu Santo. Esto son los días santos en los que al contemplar las imágenes de la Pasión del Señor podamos reconocer el Amor de Dios manifestado en su Hijo divino, Cristo Jesús. Vivamos, pues, una vida transformada por la Sagrada Comunión recibida cada domingo para poder comulgar el Gran Domingo de Resurrección renovados, liberados, llenos de alegría y de gracia. El mundo necesita esperanza, respirar buenas noticias, saber que la grandeza de la meta compensa la fatiga del camino, que no estamos solos, que el Buen Pastor va con nosotros. Ojalá estos días sirvan para ello mediante todos los medios que el Señor ha dejado a su Iglesia para transformarnos, los medios de santificación, los acostumbrados instrumentos de la limosna, el ayuno y la oración. Os invito a aprovechar también las Conferencias Cuaresmales que se ofrecen en tantas parroquias de la diócesis, que quieren ser una ayuda para la interiorización, el estímulo ilusionante de seguir al Señor como discípulos, la purificación del corazón, una verdadera oxigenación de la vida cristiana.

Yo también recibiré con vosotros la ceniza y con vosotros pediré con humildad esta renovación. Si nos diésemos cuenta de la ilusión que siente el Señor por nuestras vidas nada podría con nosotros. No dejemos pasar esta oportunidad habitual de la vida de la Iglesia para renovar a fondo nuestra pertenencia a Cristo, nuestra identificación con Él, en una palabra, nuestra fe, en el Año de la Fe.

Me parece necesario añadir también, como parte integrante de nuestro obrar cristiano en este tiempo de Cuaresma determinado por la reciente renuncia del Santo Padre Benedicto XVI, a expresar nuestra caridad fraterna en una oración de suplica más viva, que nos una fuertemente en el amor de Cristo y nos haga más responsables de la vida de la Iglesia. Os pido, por tanto, ofrecer el rezo del Santo Rosario, en comunidad o en privado, en familia, en grupo o a solas, por el Conclave y el nuevo pontífice que ha de pastorear en nombre de Cristo a la Iglesia de Dios, y por las necesidades de la Iglesia en esta nueva situación. Invito a todos, además, a hacer preces por ello en todas las Misas y momentos de adoración eucarística.

A María, la Virgen de la Soledad, pero también Madre de la Esperanza, la de la ternura maternal y del Amor, confiamos esta Cuaresma de la Caridad y con ella esperamos la Resurrección de su Hijo en nuestras vidas y un Nuevo Pentecostés en nuestra Iglesia diocesana.

Feliz y santa Cuaresma.

                                                +Rafael Zornoza, obispo de Cádiz y Ceuta