BOLETÍN DIOCESANO DEL MFC
ASOCIACIÓN PÚBLICA DE LA IGLESIA
DIÓCESIS DE
CÁDIZ Y CEUTA
BOLETIN DIOCESANO Nº5
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Queridos amigos del MFC:
Aprovechando la
edición de un nuevo número de vuestro boletín, me es muy grato enviaros un
cordial saludo como nuevo Delegado Episcopal
para la Pastoral Familiar y Defensa de la Vida.
Por encomienda de
nuestro Obispo, me toca continuar la labor desarrollada durante tantos años por
nuestros queridos amigos Maxi de la Vega y Pruden Alonso. Como Delegados
Episcopales de Pastoral Familiar, muchas y muy valiosas han sido sus
aportaciones a la vida y la misión de la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Yo
destacaría, sobre todo, el haber logrado inculcarnos la convicción de que la
evangelización y la pastoral de las familias constituyen hoy una de las
prioridades más urgentes de la Iglesia en España.
La convocatoria del Año de la Fe,
por la que el Papa Benedicto XVI nos exhorta, ha de reafirmar, purificar,
fortalecer y confesar la fe.Nos invita a seguir promoviendo una pastoral
familiar que ayude a las familias a ser verdaderas escuelas de la fe. En esa
tarea todos somos necesarios, y yo cuento con vosotros, los miembros del MFC.
Quedo a vuestro servicio. Recibid un fraternal
saludo.
Oscar
González
NUESTRO
IDEARIO
Artº
26 “El MFC
quiere compartir la misión evangelizadora de la Iglesia, y por eso se define
como un movimiento apostólico. Por tanto, para ser miembro del MFC no basta un
serio compromiso de vivir la fe en el ámbito conyugal o familiar…. El MFC exige
además de sus miembros una capacitación adecuada y una disponibilidad real para participar en alguna
de las actividades que promociona y desarrolla de acuerdo con su carácter
familiarista”
EL DÍA QUE SUFRÍ
UNA ENCERRONA.
Fue la noche del día 19 de junio. Unos días antes había recibido una
llamada de un matrimonio del MFC de Cádiz, pidiéndome que la citada noche no me
comprometiera con nada, porque íbamos a cenar junto con otro matrimonio. Yo le
pregunté por el sitio de la cena para ir
con mi propio coche, pero me dijo y me insistió que no me preocupara de nada,
que a las nueve menos cuarto vendrían a recogerme. Y en ello quedamos. Tal día
y a la hora convenida me vinieron a buscar a San Fernando, donde resido, monté
con ellos en el coche y nos dirigimos a un polígono industrial; a mi me extrañó
que fuéramos a cenar a dicho polígono pues yo no conocía por allí ningún sitio
que sirvieran cenas; pero la señora que me hizo la llamada y que llevaba la voz
cantante, decía que había ido allí porque tenía que hacer una gestión en no sé
qué sitio, y que después iríamos a cenar. Todo muy extraño, me parecía, pero conociendo el
percal de mi interlocutora, me dije: calla y tira pa’lante. Llegamos a una calle y aparcamos el coche
frente a una antigua nave industrial que habían convertido en un excelente
local para celebraciones. La señora de la voz cantante, nos dijo que nos
tomásemos una caña mientras ella iba al sitio en cuestión donde tenía que
arreglar el asunto. Antes de bajarnos del coche yo había visto a dos
matrimonios del MFC de San Fernando, que entraban en aquel local, y pensé,
estos deben estar de boda… Nos dirigimos al citado local y al entrar veo una
mesa muy larga dispuesta para una cena, y veo también con extrañeza que todos
los presentes, numerosos, eran matrimonios de los equipos del MFC de Cádiz y
San Fernando; y (como todos estaban en el ajo), al entrar yo y ver mi cara de extrañeza, pues todos vinieron
risueños y alegres y venga besos y abrazos, advirtiéndome de que aquello era en
mi homenaje y despedida, que habían preparado en secreto para darme una
sorpresa. Y descifrado el entuerto, nos dispusimos a la cena, que resultó bien
organizada y exquisita, en consonancia con el buen gusto y generosidad de los
comensales.
Yo, de todas formas, consideraba aquello una desmesura; que yo no merecía aquel
excelso homenaje; que yo era Florentino, pero siempre quise ser modesto, y me
hubiera bastado con que me hubieran cantado, por ejemplo, “Adiós muchacho
compañero de mi vida…”, nos hubiéramos metido una sin con unas aceitunas,
también sin (sin hueso), y cada cual a su casa y Dios en la de todos. Pero aquellos emeficientes optaron por “la prima de riesgo”.
Al final, claro, terminé bendiciendo la
inocente encerrona. En mi vida había sufrido un engaño tan positivo y
halagüeño.
Y mientras andaba rumiando el chocante
episodio, me decía: estoy convencido de que todo esto lo han tramado, -con la
aprobación y complicidad de los presidentes Jesús y Paquita-, tres demonios con
peineta y mantilla, tales como Araceli, Nati y Elvira, que con sus respectivos esposos, Alfonso, José y
Antonio, componen desde hace muchos, muchos años, el Servicio de Encuentros del
MFC de la diócesis de Cádiz-Ceuta, y a
los que he acompañado como consiliario durante dieciséis años.
En el MFC abunda la idea de que el Servicio de
Encuentros es el más gratificante de todos los servicios, porque ofrece a los
matrimonios, en general, la posibilidad de acometer una profunda revisión de su
estado matrimonial y emprender un camino nuevo fundamentado en el compromiso
cristiano. Y la experiencia nos ha demostrado que el Encuentro Conyugal resulta
sumamente beneficioso para matrimonios y familias.
De entre los
muchos Encuentros que solíamos dar en la diócesis de Sevilla, recuerdo uno que
dimos en la Casa de Ejercicios “San Pablo” de Dos Hermanas, los días 27 y 28 de
marzo de 2004. Cuando estábamos celebrando la Eucaristía de clausura, descargó
una soberana tormenta, un diluvio, remedo del universal. Y le dediqué al Equipo
de Encuentros un breve poema que lleva por título: Encuentro en San Pablo.
En estos
sencillos versos quise expresar el espíritu y la encomiable labor que el equipo
del servicio de encuentros venía realizando no sólo en su propia diócesis de
Cádiz-Ceuta, sino también en otras de la región como Sevilla o Córdoba. En consecuencia, el homenaje que a
mi me dedicaban esa noche, yo quería hacerlo extensivo a todos los equipos que
estaban presentes en aquella cena, porque todos ellos y otros muchos que no
estaban presentes, eran representantes de la época más pujante del MFC en la
Diócesis de Cádiz-Ceuta. Y en el acto de esa noche sentí que los llevo en mi
corazón y ellos a mi en el suyo. Es una cardiopatía mutua. Yo les deseo que
sigan acumulando juventud muchos años, y que mantengan el espíritu abierto,
comprometido y eclesial que siempre ha
caracterizado al MFC.
Un abrazo.
Florentino
Dosado Gómez
(Sacerdote)
SOF, SOSF y COF (acción social a la familia)
Desde su fundación, del MFC instauró como uno de sus servicios el SOF (Servicio de Orientación Familiar), cuya misión era la de atender “a los matrimonios y familias que se encontraban en dificultades de convivencia”. Esta importante y difícil labor se realizaba, generalmente de forma poco profesionalizada. A la vista de ello, el Consejo Nacional del MFC aprobó, por mandato de la Asamblea Nacional , el 5 de Marzo de 1995, un Documento Base para la recreación de este servicio a la luz de la Nueva Evangelización.
Así nacía el actual Servicio de Orientación y Solidaridad Familiar (SO y SF) solicitándose colaboradores entre los miembros que estaban trabajando en labores asistenciales en favor de la familia, abriendo así el abanico de posibilidades de actuación.
Pero como “el MFC es consciente de la dificultad que lleva consigo este tipo de actividad y de nuestras propias limitaciones, al no ser una asociación de tipo asistencial…” propone prestar la ayuda de forma voluntaria, a través de instituciones establecidas citando en primer lugar los Centros de Orientación Familiar.
De esta forma fue posible la creación, en 1998 del Centro de Orientación Familiar Cádiz, perteneciente a la Fundación Servicio a las Familias Ignacio Egurza, erigida en 2003 para dar cobertura jurídica a los COF de la Diócesis.
Por tanto, desde su concepción, el COF Cádiz ha estado fundamentalmente configurado y organizado por miembros del MFC siguiendo los lineamientos del Documento Base del SO y SF. En la actualidad, once de sus miembros se ocupan de forma voluntaria en las diferentes actividades que su actuación diaria requiere. A nivel diocesano, el MFC colabora en su sustento económico y, lo que es más importante, sus miembros participan activamente en su difusión derivando hacia él los matrimonios y familias que detectan encontrarse con dificultades de convivencia.
Miguel Ángel de la Huerga, Director del COF
E-mail de contacto del MFC: mfamiliarcristiano@gmail.com, Tlfno. 696086844