MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO

Diócesis de Cádiz y Ceuta
(Asociación Pública de la Iglesia Católica)
mfamiliarcristiano@gmail.com
http://www.mfccadiz.blogspot.com/

09 octubre 2012

BOLETÍN DIOCESANO DEL MFC

 MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO
   ASOCIACIÓN PÚBLICA DE LA IGLESIA
DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA
BOLETIN  DIOCESANO Nº5 
                 


SALUDO DEL DELEGADO EPISCOPAL PARA LA PASTORAL FAMILIAR

Queridos amigos del MFC:
                Aprovechando la edición de un nuevo número de vuestro boletín, me es muy grato enviaros un cordial saludo como nuevo Delegado Episcopal para la Pastoral Familiar y Defensa de la Vida.
             Por encomienda de nuestro Obispo, me toca continuar la labor desarrollada durante tantos años por nuestros queridos amigos Maxi de la Vega y Pruden Alonso. Como Delegados Episcopales de Pastoral Familiar, muchas y muy valiosas han sido sus aportaciones a la vida y la misión de la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Yo destacaría, sobre todo, el haber logrado inculcarnos la convicción de que la evangelización y la pastoral de las familias constituyen hoy una de las prioridades más urgentes de la Iglesia en España.
La convocatoria del Año de la Fe, por la que el Papa Benedicto XVI nos exhorta, ha de reafirmar, purificar, fortalecer y confesar la fe.Nos invita a seguir promoviendo una pastoral familiar que ayude a las familias a ser verdaderas escuelas de la fe. En esa tarea todos somos necesarios, y yo cuento con vosotros, los miembros del MFC.
Quedo a vuestro servicio. Recibid un fraternal saludo.
Oscar González
NUESTRO IDEARIO

Artº 26 “El MFC quiere compartir la misión evangelizadora de la Iglesia, y por eso se define como un movimiento apostólico. Por tanto, para ser miembro del MFC no basta un serio compromiso de vivir la fe en el ámbito conyugal o familiar…. El MFC exige además de sus miembros una capacitación adecuada y una  disponibilidad real para participar en alguna de las actividades que promociona y desarrolla de acuerdo con su carácter familiarista”

EL DÍA QUE SUFRÍ UNA ENCERRONA.
Fue la noche del día 19 de junio. Unos días antes había recibido una llamada de un matrimonio del MFC de Cádiz, pidiéndome que la citada noche no me comprometiera con nada, porque íbamos a cenar junto con otro matrimonio. Yo le pregunté  por el sitio de la cena para ir con mi propio coche, pero me dijo y me insistió que no me preocupara de nada, que a las nueve menos cuarto vendrían a recogerme. Y en ello quedamos. Tal día y a la hora convenida me vinieron a buscar a San Fernando, donde resido, monté con ellos en el coche y nos dirigimos a un polígono industrial; a mi me extrañó que fuéramos a cenar a dicho polígono pues yo no conocía por allí ningún sitio que sirvieran cenas; pero la señora que me hizo la llamada y que llevaba la voz cantante, decía que había ido allí porque tenía que hacer una gestión en no sé qué sitio, y que después iríamos a cenar. Todo muy  extraño, me parecía, pero conociendo el percal de mi interlocutora, me dije: calla y tira pa’lante.  Llegamos a una calle y aparcamos el coche frente a una antigua nave industrial que habían convertido en un excelente local para celebraciones. La señora de la voz cantante, nos dijo que nos tomásemos una caña mientras ella iba al sitio en cuestión donde tenía que arreglar el asunto. Antes de bajarnos del coche yo había visto a dos matrimonios del MFC de San Fernando, que entraban en aquel local, y pensé, estos deben estar de boda… Nos dirigimos al citado local y al entrar veo una mesa muy larga dispuesta para una cena, y veo también con extrañeza que todos los presentes, numerosos, eran matrimonios de los equipos del MFC de Cádiz y San Fernando; y (como todos estaban en el ajo), al entrar yo y  ver mi cara de extrañeza, pues todos vinieron risueños y alegres y venga besos y abrazos, advirtiéndome de que aquello era en mi homenaje y despedida, que habían preparado en secreto para darme una sorpresa. Y descifrado el entuerto, nos dispusimos a la cena, que resultó bien organizada y exquisita, en consonancia con el buen gusto y generosidad de los comensales.
 Yo, de todas formas, consideraba aquello  una desmesura; que yo no merecía aquel excelso homenaje; que yo era Florentino, pero siempre quise ser modesto, y me hubiera bastado con que me hubieran cantado, por ejemplo, “Adiós muchacho compañero de mi vida…”, nos hubiéramos metido una sin con unas aceitunas, también sin (sin hueso), y cada cual a su casa y Dios en la de todos. Pero  aquellos emeficientes  optaron por “la prima de riesgo”.
 Al final, claro, terminé bendiciendo la inocente encerrona. En mi vida había sufrido un engaño tan positivo y halagüeño.
 Y mientras andaba rumiando el chocante episodio, me decía: estoy convencido de que todo esto lo han tramado, -con la aprobación y complicidad de los presidentes Jesús y Paquita-, tres demonios con peineta y mantilla, tales como Araceli, Nati y Elvira, que  con sus respectivos esposos, Alfonso, José y Antonio, componen desde hace muchos, muchos años, el Servicio de Encuentros del MFC de la diócesis de Cádiz-Ceuta, y a  los que he acompañado como consiliario durante dieciséis años.
 En el MFC abunda la idea de que el Servicio de Encuentros es el más gratificante de todos los servicios, porque ofrece a los matrimonios, en general, la posibilidad de acometer una profunda revisión de su estado matrimonial y emprender un camino nuevo fundamentado en el compromiso cristiano. Y la experiencia nos ha demostrado que el Encuentro Conyugal resulta sumamente beneficioso para matrimonios y familias.
De entre los muchos Encuentros que solíamos dar en la diócesis de Sevilla, recuerdo uno que dimos en la Casa de Ejercicios “San Pablo” de Dos Hermanas, los días 27 y 28 de marzo de 2004. Cuando estábamos celebrando la Eucaristía de clausura, descargó una soberana tormenta, un diluvio, remedo del universal. Y le dediqué al Equipo de Encuentros un breve poema que lleva por título: Encuentro en San Pablo.
En estos sencillos versos quise expresar el espíritu y la encomiable labor que el equipo del servicio de encuentros venía realizando no sólo en su propia diócesis de Cádiz-Ceuta, sino también en otras de la región como Sevilla o  Córdoba. En consecuencia, el homenaje que a mi me dedicaban esa noche, yo quería hacerlo extensivo a todos los equipos que estaban presentes en aquella cena, porque todos ellos y otros muchos que no estaban presentes, eran representantes de la época más pujante del MFC en la Diócesis de Cádiz-Ceuta. Y en el acto de esa noche sentí que los llevo en mi corazón y ellos a mi en el suyo. Es una cardiopatía mutua. Yo les deseo que sigan acumulando juventud muchos años, y que mantengan el espíritu abierto, comprometido y eclesial  que siempre ha caracterizado  al MFC.                

         Un abrazo.    
                                               
                                                               Florentino Dosado Gómez               (Sacerdote)


 SOF, SOSF y COF (acción social a la familia)
Desde su fundación, del MFC instauró como uno de sus servicios el SOF (Servicio de Orientación Familiar), cuya misión era la de atender “a los matrimonios y familias que se encontraban en dificultades de convivencia”. Esta importante y difícil labor se realizaba, generalmente de forma poco profesionalizada. A la vista de ello, el Consejo Nacional del MFC aprobó, por mandato de la Asamblea Nacional, el 5 de Marzo de 1995, un Documento Base para la recreación de este servicio a la luz de la Nueva Evangelización.
Así nacía el actual Servicio de Orientación y Solidaridad Familiar (SO y SF) solicitándose colaboradores entre los miembros que estaban trabajando en labores asistenciales en favor de la familia, abriendo así el abanico de posibilidades de actuación.
Pero  como “el MFC es consciente de la dificultad que lleva consigo este tipo de actividad y de nuestras propias limitaciones, al no ser una asociación de tipo asistencial…” propone prestar la ayuda de forma voluntaria, a través de instituciones establecidas citando en primer lugar los Centros de Orientación Familiar.
Bajo estos principios, un grupo de miembros del MFC acometió la tarea de prepararse profesionalmente en Orientación y Mediación Familiar, consiguiendo el correspondiente título en la Facultad de Teología de Granada, después de cuatro años de estudio.
De esta forma fue posible la creación, en 1998  del Centro de Orientación Familiar Cádiz, perteneciente a la Fundación Servicio a las Familias Ignacio Egurza, erigida en 2003 para dar cobertura jurídica a los COF de la Diócesis.
Por tanto, desde su concepción, el COF Cádiz ha estado fundamentalmente configurado y organizado por miembros del MFC siguiendo los lineamientos del Documento Base del SO y SF. En la actualidad, once de sus miembros se ocupan de forma voluntaria en las diferentes actividades que su actuación diaria requiere. A  nivel diocesano, el MFC colabora  en su sustento económico y, lo que es más importante, sus miembros participan activamente en su difusión derivando hacia él  los matrimonios y familias que detectan encontrarse con dificultades de convivencia.

                                       Miguel Ángel de la Huerga,  Director del COF

E-mail de contacto del MFC: mfamiliarcristiano@gmail.com,  Tlfno. 696086844